¿Cuán a menudo te valoras a ti mismo?
Es arte de valorarte a si mismo y mantener una autoestima saludable. La autoestima es un pilar fundamental en el bienestar emocional y hace referencia a cómo te percibes y valoras a ti mismo, influyendo directamente en tus decisiones, relaciones y en la forma en que enfrentas la vida. Pero, ¿qué significa realmente tener una autoestima saludable, y cómo puedes cultivarla?
Entendiendo la autoestima
La autoestima no es un estado fijo; es dinámica y puede fluctuar según las experiencias que vivas y las creencias que se tenga de uno mismo. Se construye desde la infancia, moldeada por las relaciones, los logros y las percepciones personales. Sin embargo, no depende solo de los factores externos; está profundamente ligada a cómo interpretas y te hablas a ti mismo.
Una autoestima saludable implica: tener autoconocimiento: es decir, reconocer quién eres, tus fortalezas, debilidades y valores. Implica autovaloración: sentir que mereces respeto y cuidado, incluso con tus imperfecciones. Y autocompasión: que refiere a tratarte con amabilidad, especialmente en los momentos de dificultad. Los factores que pueden afectar la autoestima pueden ser las comparaciones constantes, los mensajes críticos internos o las experiencias negativas pueden deteriorar nuestra autoestima. En un mundo lleno de redes sociales, es fácil caer en la trampa de medir nuestro valor basándonos en estándares irreales.
Cómo fortalecer tu autoestima
La buena noticia es que la autoestima puede trabajarse y mejorarse. Aquí tienes algunos pilares a conocer y trabajar:
- Autoconcepto: Es el concepto que tenemos de nosotros mismos, qué pensamos de nosotros, quién creemos que somos. Y para esto se debe dedicar tiempo a reflexionar como te ves a ti mismo, teniendo en cuenta las fortalezas y debilidades.
- Autoimagen: Se refiere a la imagen mental que tenemos de nosotros mismos, cómo nos vemos. Este componente puede estar más dirigido a nuestro físico y cómo vemos nuestro cuerpo, siempre mirando a través de nuestros propios ojos y NO a través de los ojos de los estereotipos que se imponen en sociedad. Ser sinceros con uno mismo y no intentar cumplir con metas irreales de estereotipos que no deben existir.
- Autorefuerzo: Es la forma en que nos premiamos y elogiamos, cómo nos queremos, por ejemplo, decirnos en voz baja "¡qué bueno, lo logre!" cuando hemos hecho algo bien, premiarnos con algo que nos guste o simplemente cuidarnos como lo hacemos con aquellas personas a las que queremos. Y si se comete errores o algo sale mal, “bueno, ya será la próxima, seguiré intentando”
- Autoeficacia: Se refiere a la capacidad y la confianza que tenemos en nosotros mismos. Intentar superarnos cada día por uno mismo y para uno mismo.
En este sentido el rol de la terapia en la autoestima es muy importante, ya que trabajar en la autoestima por nuestra cuenta puede ser desafiante, especialmente si hemos vivido experiencias que afectaron profundamente nuestra autopercepción. Un psicólogo puede ayudarte a identificar patrones negativos y brindarte herramientas para construir una relación más saludable contigo mismo y aprender a aceptarse, valorarse y crecer desde el amor propio.

